Con el calor, y en los colegios, raro es el año que no oigamos casos de pediculosis o piojos en los niños. Sobre los piojos hay muchos mitos y verdades, leyendas y certezas acerca de su actuación, eliminación, contagio…
Aquí exponemos algunos datos sobre la pediculosis según los expertos, preguntas con respuesta sobre todo lo que necesitas saber sobre los piojos.
• ¿Es posible prevenir los contagios de piojos? La Academia Americana de Pediatría acaba de publicar en la revista “Pediatrics” un extenso informe sobre el tema, señalando que probablemente sea imposible prevenir todos los contagios.
• ¿Debe el niño con piojos no ir a la escuela? Según la misma AAP, a ningún niño se le debe restringir el asistir a clases por tener piojos, ya que es bajo el contagio dentro de las aulas. Si se detecta en el colegio que un chico tiene piojos no hay que sacarlo del aula, sino avisar a la familia para que le haga el tratamiento antes de que vuelva al día siguiente.
• ¿Hay que rapar la cabeza? Otro mito enraizado en la lucha contra el piojo es que el pelo corto evita el contagio. Pero la infestación con piojos no está influenciada en forma significativa por el largo del pelo ni por la frecuencia del cepillado o el lavado.
¿Cómo se produce el contagio de piojos?
• La doctora Patricia Troielli, de la Sociedad Argentina de Dermatología, señala que el piojo no salta y el contagio se da a través del contacto cabeza a cabeza, como el que tienen los niños en algunos juegos o cuando comparten un mismo sillón o una cama. El piojo tampoco vuela.
• Así como el piojo no salta ni vuela, tampoco nada. Si bien el piojo puede sobrevivir prolongados períodos en agua clorada, es poco probable que haya un riesgo significativo de transmisión en las piscinas, afirma el informe de la academia. Un estudio reveló que los piojos sumergidos se volvieron inmóviles y permanecieron en su lugar sobre las cabezas de cuatro personas infestadas con piojos durante 30 minutos de natación.
Antipiojos y extracción manual
• Los pediculicidas son altamente letales para los piojos, pero ante las liendres el efecto es menor.
• Por eso que un tratamiento bien hecho es aquel que se hace en dos ciclos, en el cual el segundo ciclo tiene por objetivo matar las liendres que hayan quedado del primer tratamiento.
• También por ello es recomendable una localización y eliminación manual de liendres tras la actuación del pediculicida. El informe de la AAP recuerda que la extracción de liendres (con peine fino o sin él) es más sencilla si el pelo está húmedo.
• ¿Cómo iniciar el tratamiento ideal contra los piojos? Se recomienda iniciar el tratamiento con una permetrina (una sustancia química sintética que se usa mundialmente como insecticida y acaricida, así como repelente de insectos) al 1% o con piretrinas, si es que no hay sospechas de resistencia del piojo al pediculicida.
¿Afectan los productos antipiojos a la piel del niño?
• Las piretrinas pueden causar irritación, en especial en quienes tienen alergias a las plantas, por lo que se recomienda generalmente comenzar con permetrina.
• Hay que evitar masajear demasiado el pelo, porque se puede irritar la piel.
• La academia recomienda que después de ser aplicado el pediculicida, el pelo sea enjuagado colocando la cabeza del niño sobre el lavabo o sobre una pileta, y no en la ducha o en la bañera, para minimizar el contacto del producto con la piel del cuerpo.
• Además, el agua para enjuagar debe estar tibia, no caliente, ya que las altas temperaturas potencian la absorción cutánea.
Efectividad de los antipiojos
• Aunque se dan algunos casos de resistencia, muchas veces la razón de que los piojos no sean eliminados tras aplicar el pediculicida es que el tratamiento está mal hecho: no se hace el segundo ciclo de tratamiento según está indicado en cada producto (lo que suele variar de 7 a 10 días de la primera aplicación) o no se sacan las liendres cercanas al cuero cabelludo, que son las viables.
• Las liendres viables, de las que tras 8 a 9 días de incubación emergerán los piojos, son aquellas que se encuentran aproximadamente a unos 4 milímetros del cuero cabelludo, ya que necesitan del calor corporal para sobrevivir. Suelen también ser del color del cabello, a tal punto que en estudios realizados en geriátricos han sido halladas liendres blancas a tono con las canas de sus huéspedes.
• ¿Tener liendres es tener piojos? Hallar liendres que se encuentran más allá de un centímetro del cuero cabelludo no es síntoma de infestación. Puede que el niño ya haya tenido piojos. Lo que permite el diagnóstico es la presencia del piojo, y lo que debe motivar la sospecha es que la persona se rasque la cabeza.
• Ante la detección de piojos en un integrante de la familia, vale la pena revisar la cabeza del resto, y de los amigos de los niños. Aun así, advierte la academia, “nunca hay que iniciar un tratamiento si no hay un claro diagnóstico de pediculosis”, ya que el resultado del uso indiscriminado de pediculicidas no es otro que la aparición de piojos resistentes.
• En todo caso, sí es prudente tratar a los miembros de la familia que comparten la cama con la persona infestada, aun si no se encuentran piojos vivos.
• Como el piojo no sobrevive más de 24 a 48 fuera de la cabeza, sólo los elementos que han estado en contacto con la cabeza de la persona las 24 a 48 previas al tratamiento deben ser limpiados. Eso incluye cepillos, peines, fundas de almohadas, gorros u otras ropas que hayan estado en contacto con el pelo.